It's been going around...
just like the earth has been shaking in different corners of the world, the tides have been moving the bodies of water fiercely and the winds have been swirling and dancing upon cities...
things are shifting.
Shifting and coming back. Coming back to it's origin.
Origin: in the sense of simple, basic.
My point here is the beauty of simplicity. The elegant power of the simple. Yoga speaks of it so.
Where have we left the simple?
We live in a world where the economic market is ruling us all. Everything measured, following the principle of a transaction: a seller and a buyer, a giver and a taker, a "good deal". It has been working on and on, permeating into our most intimate realm, that of faith, spirituality and emotions.
"I like him/her...is it worth it?"
"I want x...how will i benefit from it?" (even if it means a love partner).
This has all been discussed by philosophers, economists (non-mainstream), thinkers way more experienced and knowledgeable than me. I just happen to see examples in my everyday life.
It is a challenge, it is a risk, and it demands great courage--just to open my eyes. But once the veil is slightly pulled away there is no turning back.
Unless fear and hypocrisy step in.
No, thank you.
I've been going around this whole idea for some time now. I can see, feel, perceive myself struggling with some kind of force that i could just not put a finger on. It's been moving through me in so many levels I could never have the sufficient clarity to connect it all--but i know it is there.
Sometimes it's a feeling--which surprises me and takes over.
Sometimes it's a conversation--that inspires me and bursts a little bubble, releasing a pinch of epiphany. Sometimes it's an observation-- the power of nature and it's ongoing order, or an image that is not random..and whoosh! it's there!
Sometimes it's an argument--quite eye opening, painful but revealing.
It's all been brewing inside me, boiling like a cauldron.
At one point I was so insistent on understanding it all..."what is it?" Then there is resisting and judgement..."there is something wrong with me, clearly". Then there was hiding and pretending..."if i just ignore it, if i pretend i'm ok, that this is ok, then it will disappear".
Unfortunately I'm far past the childhood stage where you would close your eyes, think of disappearing and actually believe you were invisible.
It was not going away.
I forgot to mention that there was/is tiredness in this big equation too. Yes, i'm tired. Tired of what? Tired of struggle, tired of resisting, tired of "the difficult".
Doesn't it sound like there is a missing part to these statements?
Tired of resisting________?
Tired of struggling________?
Tired of the difficult, being________?
That, already makes me tired!
It's a loop, an on-going loop.
But then...then...there is dishwashing!
Praise the Lord, the Universe, Ganesha, the Sun, Moon and Stars for dishwashing.
Most dislike it, most go through various mechanisms to just not do it: take-out, dishwasher, filth.
I love it. Well, maybe not love it--as in i wake up in the morning to do the dishes, but definitely do not mind it.
It's mind-blowing how much the act of feeling warm water run through my hands, how scrubbing and rinsing gets me so in touch with myself. It provides me ease, it allows a time of intimacy--where it's me and just me. And some kind of clarity to it all.
So simple. (simple is beautiful)
It's an act of cleanliness, it's an act of kindness and care. (small is beautiful)
And through dishwashing-- specifically this morning I just considered: stop and chill out.
Ok, i'm an idiot to not have thought of that before. Of course I have. But with struggle and defiance.
If i let things flow, just like the water through the dishes...with trust, with faith and surrender..things WILL flow.
I've heard talks, i've read a wide variety of books that speak of authenticity, speak of vulnerability, acceptance and trust--but i was struggling so much. Trying to paint by the book, not letting the stroke be an extension of my soul. Cooking my life through a recipe book.
My life has not turned around in the last couple of hours, or i haven't been reborn, "sán-se-acabó" (it's done).
Self-worth is what i stand up for-- what pains me, what/who damages me shall not bring me down, and shall not be welcome anymore. It is not Ego, it is kindness and love.
I am a miracle in itself.
So is everyone.
It's that simple..and beautiful.
Fía.
**Just this morning I reviewed Yoga Sutra 2.3
"avidyāsmitā-rāga-dvesābhiniveśāh kleśāh"
the obstacles are misapprehension (ignorance), false identity (Ego), excessive attachment, unreasonable dislikes and insecurity (clinging to life).
** " The key to changing the world, to
changing your life, and to empowering those around you is authenticity - the
willingness to be yourself - the willingness to be vulnerable - the willingness
to feel - the willingness to live. I’m simply reminding you of who you truly
are, supporting you into self-love and acceptance by eradicating the judgement
that you’ve imposed on yourself and society has opposed on you. " ~
Panache Desai.
RECIENTE DISCURSO DEL PRESIDENTE URUGUAYO EN RIO DE JANEIRO
El discurso ya se está considerando histórico. Mujica habló ante una audiencia de mandatarios que con desgano escucharon las verdades brutales que les decía.
El discurso ya se está considerando histórico. Mujica habló ante una audiencia de mandatarios que con desgano escucharon las verdades brutales que les decía.
Autoridades presentes
de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias también, a la buena fe que han manifestado todos los oradores que me precedieron.
Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de apoyar todos los acuerdos que, ésta, nuestra pobre humanidad pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta.
Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo que queremos es el actual de las sociedades ricas?
Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro: ¿tiene el mundo los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible?
¿O tendremos que darnos otro tipo de discusión?
Hemos creado esta civilización en la que hoy estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo.
Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, cuya mirada alcanza a todo el planeta.
¿Estamos gobernando esta globalización o ella nos gobierna a nosotros?
¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía que basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis que tenemos no es ecológica, es política.
El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida.
No venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general. Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida. Esto es lo elemental.
Pero la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor de esto. Porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros.
Pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta.
Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no, no se pueden hacer; porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político. Nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.
No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.
Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca y también los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho”. Y desea más y más.
Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hagan. Y lo voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo "rechinan". Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cosas: la moto, el auto, cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo al que se le fue la vida.
Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana?
Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor a la tierra, del cuidado a los hijos, junto a los amigos. Y tener, sí, lo elemental.
Precisamente, porque es el tesoro más importante que tenemos. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.
Gracias.·
Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de apoyar todos los acuerdos que, ésta, nuestra pobre humanidad pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta.
Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo que queremos es el actual de las sociedades ricas?
Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro: ¿tiene el mundo los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible?
¿O tendremos que darnos otro tipo de discusión?
Hemos creado esta civilización en la que hoy estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo.
Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, cuya mirada alcanza a todo el planeta.
¿Estamos gobernando esta globalización o ella nos gobierna a nosotros?
¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía que basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis que tenemos no es ecológica, es política.
El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida.
No venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general. Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida. Esto es lo elemental.
Pero la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor de esto. Porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros.
Pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta.
Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no, no se pueden hacer; porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político. Nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.
No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.
Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca y también los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho”. Y desea más y más.
Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hagan. Y lo voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo "rechinan". Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cosas: la moto, el auto, cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo al que se le fue la vida.
Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana?
Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor a la tierra, del cuidado a los hijos, junto a los amigos. Y tener, sí, lo elemental.
Precisamente, porque es el tesoro más importante que tenemos. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.
Gracias.·