Wednesday, August 12, 2015

Te molesto...


Te molesto un poquito. Escribo "te molesto" y ahora no puedo sacarme de la cabeza la canción de Silvio Rodriguez..'te molesto, mi amor'...

En todo caso te molesto porque tengo un nudo en el centro de mi pecho. Un nudo que tiene cierta movilidad--lo cual es fantástico-- pero que también se está manifestando muchísimo en estos días. 

Siempre me he considerado una persona de búsqueda.  Quizás suene mejor decir una 'aventurera'.  Ha sido difícil para mí estar quieta o, más bien, dejar de moverme. 
Reconozco en mí un alma sin muchas raíces, de carácter itinerante e híbrida. Provengo de una familia clase-media chilena.  Nacida en Chile, pero insertada en una burbuja de "nowhere land" llamada Nido de Águilas. No hay que mal interpretar: gran colegio, que me brindó mucho, aquél colegio de entonces muy internacional, no extenso como hoy y con una gran misión educativa. 

Llegaba a casa confundiendo el inglés del español, dormía en casas de la embajada de Israel, comía con el gerente general de la Coca Cola, y me servía el almuerzo una diplomática de Palestina.  Después llegaba a casa a comer chocapic con leche, a ver tele en la pieza de mi nana Ade. 
Una mezcolanza atroz. 

Quién soy? Creo que ha sido la pregunta fundamental de mi vida. 
Me he dado costalazos del porte un buque buscando la respuesta...o creyendo que mediante un sistema metódico podría encontrarla. 
Me he estrujado hasta el agotamiento, llegando a ser puro hueso, no queriendo ahondar en la pregunta, muriéndome de miedo...como si la respuesta fuera ser terrorífica, monstruosa u horripilante. 
Me perdí en los deberes, pensando que si "cumplía" y me destacaba en aquellos, ESO me definiría como algo/alguien de valor.  
Abandoné mi querer. 
El quererme. El querer, ya ni siquiera sabía si quería algo o no. El querer a otro.

La pregunta me asalta aún hoy. Ha tomado otra(s) forma(s), añadiendo: Qué quiero ser? Qué me hace feliz? Qué quiero?
Me persigue, me acecha como un fantasma...pero en realidad quizás es un ángel.

Estoy con los sentidos abiertos, sigo con lugares sin recorrer en mí, pero mi nudo se mueve y sé que es un buen momento. Pero algo va a pasar...
Debo temer?

Fía.